En el valle de Elah

Director: Paul Haggis
Duración: Dos horazas lentas y pesarosas.
Estreno: 18 de enero de 2008

¿Sabéis cual son las dos partes del cuerpo que sigen creciendo durante toda la vida? No me refiero ni al pelo ni a las uñas, obviamente, y afortunadamente no son los órganos sexuales, dado que ¿para qué queremos un nabo de medio metro si no sirve para dar gustito?. Pues esas dos partes del cuerpo son la nariz y las orejas. Fijaos en algunas personas mayores, es muy curioso. Bueno, pues Tommy Lee Jones está entrando en la vejez, por que tiene las mismas orejas. Qué cosas.

La película trata sobre un soldado que vuelve a EEUU después de luchar en la guerra de Irak. Pasados unos días, su padre no recibe noticias suyas, por lo que se preocupa y se dedica a buscarlo, involucrando a una policía. Al poco tiempo, su hijo aparece muerto en muy extrañas circunstancias, lo que hace que busque con todas sus fuerzas el por qué murió su hijo y quien pudo hacerlo.

La idea de la película es mostrarnos, tal y como es, la guerra de Irak en particular y las guerras en general. No entra en batallas ni casquería, si no que enfoca la visión a los problemas psicológicos que tienen que soportar esta gente, perdiendo de vista la realidad. Desde ese punto, el guión es muy interesante, con buenas actuaciones. El problema es que el ritmo de la película es bastante lento, haciendo que llegues a perder el interés por al verdad del caso. Además, tiene una crudeza tal en algunos diálogos que te quita las ganas.

Resumiendo, película sobre un soldado asesinado a la vuelta a casa, y un padre que busca desesperadamente la verdad. Una buena historia, pero que se hace muy larga y pesada, tanto que deja de interesarte. A mí me aburrió finalmente.



Besitos.

P.D: Las escenas grabadas del móvil comienzan siendo interesante, pero pierden demasiada fuerza a medida que ganan morbo.

Trailer: