Rocky Balboa

Mira que cuando leí que Stallone iba a hacer la sexta entrega de su título más afamado y oscarizado me eché a temblar. Tras haber disfrutado con la primera, ví con total estupefacción como maltrataba a una de sus creaciones, hasta hacer bodrios como esa en que se pelea con el ruso. Demasiado patetisto para este actor. Pero bueno, como uno es más inocente que un botijo, le concedí esa oportunidad del que espera con nostalgia que el rumbo se enderece. Y oye, que se endereza y mucho.
La película trata sobre un ex campeón de los pesos pesados retirado hace muchos años, que actualmente regente un restaurante italiano. Como todo buen campeón, vive anclado en el pasado, recordando a cada momento y a cada persona que le escuche, como era su vida cuando era el más grande. Aunque todo esto no esconde si no una vida bastante perdida, con una mujer muerta de cancer y un hijo al que no ve, y él viviendo lo que fue, no lo que es. Y en estas, de una idea absurda surge un destello de ilusión, una vía por la que mostrarse a sí mismo que sigue vivo.
Bueno, bueno, tengo que reconocer que estoy escribiendo con el pene tieso como mastil de velero bergantín, por lo que puede ser que parta el teclado de un pollazo de un momento a otro (es que tanta poesía anterior podría hacer que cambiaseis de canal). La película me ha encantado, y lo digo muy en serio. Para empezar, el ritmo es lento y cansino, como la vida del protagonista, la vida que se apaga de alguien que lo fue todo y se consume en el recuerdo. Los continuos recuerdos del pasado hacen que, los nostálgicos, recordemos con los vellos de punta la original. Y le dan un sentido a la película que sin ellos no se entendería bien. También tiene fallos y cosas que nadie se cree, pero ¿y eso que narices importa?
Resumiendo, si habeis subido escaleras al galope con el martilleo en la cabeza del tanan, tananan de la banda sonora original, disfrutareis como marranos en un charco. Y si no, tendreis un drama deportivo de esos que hace que el sector femenino odie al sector masculino. Desde luego, Stallone ha conseguido volver a emocionarme.

Besitos.
P.D: He llorado como una magdalena, para variar.
P.D.2: Y he lanzado puñetazos al aire.
P.D.3: Y he coreado el nombre de "Roooooocky" a grito pelado.
P.D.4: Y todo esto sin pizca de vergüenza, ¿será que me hago mayor?