Asterix y los vikingos

No me gusta la violencia gratuita, y mucho menos en películas que se suponen ser para niños. Mientras veía la película recordaba mentalmente los comics y si, es cierto, son violentos, pero es una violencia muy inocente que más bien se insinúa. Pero cuando se pasan los comics a películas la cosa cambia bastante. Ya pasó con Mortadelo y Filemón y ha pasado con esta. Por poner un ejemplo, la escena en que llueven dientes de legionario romano no es algo que desee que se almacene en la retina de mi pequeñín.

La película trata de un nuevo visitante que llega a la archiconocida aldea de los irreductibles galos. Este es el hijo de un gran guerrero, por lo que su padre encomienda a los aldeanos, y en especial a Asterix y a Obelix, hacer de él un hombre. Pero el chaval no resulta ser lo que se considera un valiente. Enclenque y miedica tendrá que pasar un calvario para convertirse en un verdadero guerrero galo. Por otro lado, una tribu de vikingos llega a la Galia buscando el secreto del vuelo, que creen estar en el miedo.

La verdad que la película, a ojos de un adulto algo infantiloide, es un poco rollo. El guión ya lo conocemos de los comics, aunque se le han añadido personajes y se le han mezclado conceptos de otras historias. La trama es facilita de seguir, delimitando claramente los buenos y los malos. Los dibujos son correctos y la animación bastante pasable. Pero no me terminó de gustar, dado que está muy falto del humor ácido de Asterix. Personalmente creo que está demasiado enfocada a los más pequeños. Aunque para estos, mucho mejor repescar las viejas cintas de Miyazaki, exentas de violencia y maldad.

Resumiendo, para pasar una horita con los más pequeños en el cine. Aunque los más mayores posiblemente se aburran muchísimo.

Por lo menos es cortita.


Besitos.