jueves, marzo 22, 2007

Extraños en un tren


Director: Alfred Hitchcock
Duración: Más de hora y media de intriga y tensión.
Estreno: Figúrate, del 51 na menos.

Alfred Hitchcock, del que siempre recordaré el miedo que me dió con la película Los pájaros, tenía la costumbre de salir en todas sus películas. En un papelín de figurante, pero salía siempre. Bien me parece, pero hombre, quizá debería seleccionar un poco más sus papeles. Que en esta sale subiendo al tren y nos dan un plano del culazo de este señor que dudo que sea su mejor perfil. Si yo fuese él, me sacaría siempre en jacuzzis rodeado de señoras en cueros y bebiendo champán entre sus pechos, aunque fuese la peli de Los pájaros, ja, ja, ja.

La película trata sobre dos extraños que se conocen casualmente en un tren. Uno es un tenista famoso, que está en alza, el otro es un pesadísimo heredero admirador del primero. Total, que entablan conversación y en un momento dado, el heredero le dice que si él mata a la mujer del tenista, este tiene que matar a su padre. Es el crimen perfecto, dado que no hay nada que relacione los crímenes, y mucho menos que haga sospechar a la policía que han sido ellos. El tenista duda, pero lo malo que el heredero no.

¿Que puede decir este humilde servidor sobre una de las obras maestras del cine? La película me gustó mucho, pero desde luego se le nota que tiene edad de prejubilación (56 añitos nada menos). La idea es magnífica, poniendo sobre la mesa un problema muy bien desarrollado y ejecutado. Los actores lo hacen de maravilla, y la fotografía queda muy efectiva, ayudada por la banda sonora. Pero también tiene cosillas que dan un poco de risa, dado que antaño resultaría "malvadas" pero ahora resultan pueriles. Por ejemplo, para mostrarnos lo malo que es el heredero, no se le ocurre otra cosa que pincharle el globo a un niño. Muahahahaha, que es el sonido que hacen los malignos al reirse.

Resumiendo, imprescindible película de cine clásico. Hitchcock nos sumerje en la angustia de un pobre hombre que sólo pretendía separarse de su mujer y termina convirtiendose su vida en un infierno. Tremedo clasicón.

Tremendo clasicón!!!!

Besitos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tito, muy bueno el escrito pero sumergir es con G, ¡cogones!

Muahahahahahahaha

Tito Chinchan dijo...

Buenas,

es mi homenaje a Juan Ramón Jiménez, ¿qué pasa? Si es que hay que explicarlo todo, cogines ;-)

Besitos.