Los burdeles de Paprika
Director: Tinto Brass.
Duración: Casi dos horas de carne fresca.
Estreno: Iba decir que de hace nada, pero es que tiene ya 17 años, casi mayoría de edad.
Tinto Brass, ¿qué me das? Jur, jur, que rima más sutil. Pues si, amigos, tenemos ante la visual otro film del famoso Tinto Brass, que no sabía quien era hasta el otro día. Pero oiga, que director más bueno, ahí con sus mujeres en cueros y su desparrame sexual. Canela fina. Por cierto, leía el otro día a un compañero como titulaba su crítica de esta película y no comprendo como fue capaz de no decir tetas tres o cuatro veces. Si yo me tuve que echar colirio siete veces para quitármelas de la retina.
La película trata sobre Paprika, una jovencita italiana que decide dedicar su vida a animar la banana (como tengo la rima!). Total, que lo que comienza como un motivo para ganar dinero, se va convirtiendo en una afición laboral que le da buenos réditos, además de alegría a los bajos. Podriamos resumirla con el título, dado que la peli va sobre los burdeles en los que trabaja Paprika, pero vamos, que no necesitamos mucho argumento.
Tetas y más tetas. Culos hermosos, de esos que agarras para no caerte de la cama. Felpudos bien densos, de los que tienes que hacer exploraciones para investigar el origen de la vida. ¿Y tiene algo más la película? La verdad que no. Pero qué felicidad da al hueso alegre ver estas carnes morenas, que como dice el refrán, lo que se van a comer los gusanos, que se los coman antes los cristianos. Haciendo un apartado especial, la actriz que encarna a Paprika, tiene unas tetas como para dormir el sueño eterno entre ellas. Canela fina, me reitero.
Resumiendo, película de tetas y culos. El argumento se sigue con facilidad entre los bamboleos de senos majestuosos, culos hermosos y poblados pubis. Una alegría a la vista en estos tiempos de anorexias y demás hueseces. Viva el vino, digo, viva Tinto Brass.
Como peli es malísima, pero que alegría y desparrame.
Besitos.
Duración: Casi dos horas de carne fresca.
Estreno: Iba decir que de hace nada, pero es que tiene ya 17 años, casi mayoría de edad.
Tinto Brass, ¿qué me das? Jur, jur, que rima más sutil. Pues si, amigos, tenemos ante la visual otro film del famoso Tinto Brass, que no sabía quien era hasta el otro día. Pero oiga, que director más bueno, ahí con sus mujeres en cueros y su desparrame sexual. Canela fina. Por cierto, leía el otro día a un compañero como titulaba su crítica de esta película y no comprendo como fue capaz de no decir tetas tres o cuatro veces. Si yo me tuve que echar colirio siete veces para quitármelas de la retina.
La película trata sobre Paprika, una jovencita italiana que decide dedicar su vida a animar la banana (como tengo la rima!). Total, que lo que comienza como un motivo para ganar dinero, se va convirtiendo en una afición laboral que le da buenos réditos, además de alegría a los bajos. Podriamos resumirla con el título, dado que la peli va sobre los burdeles en los que trabaja Paprika, pero vamos, que no necesitamos mucho argumento.
Tetas y más tetas. Culos hermosos, de esos que agarras para no caerte de la cama. Felpudos bien densos, de los que tienes que hacer exploraciones para investigar el origen de la vida. ¿Y tiene algo más la película? La verdad que no. Pero qué felicidad da al hueso alegre ver estas carnes morenas, que como dice el refrán, lo que se van a comer los gusanos, que se los coman antes los cristianos. Haciendo un apartado especial, la actriz que encarna a Paprika, tiene unas tetas como para dormir el sueño eterno entre ellas. Canela fina, me reitero.
Resumiendo, película de tetas y culos. El argumento se sigue con facilidad entre los bamboleos de senos majestuosos, culos hermosos y poblados pubis. Una alegría a la vista en estos tiempos de anorexias y demás hueseces. Viva el vino, digo, viva Tinto Brass.
Como peli es malísima, pero que alegría y desparrame.
Besitos.
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