Operación Mata-Hari

Director: Mariano Ozores
Duración: 95 minutos.
Estreno: Allá por el 68.
Espectadores: 1,140,396 de seres humanos.

Reunión de cinéfilos anónimos, 9 de la mañana. "Buenos días, me llamo Tito Chinchan y reconozco que ... me gusta Gracita Morales." La voz de esta mujer me hace muchísima gracia, además me recuerda a mi cuñada, que la imita a la perfección y me rio el doble. Lo malo es que nunca había visto una película entera suya, y ciertamente me termina mareando. Aunque todo se le permite a la mujer que dijo "el señoooorito" con ese rintintín nunca igualado.

La película trata sobre un negro que tiene un microalgo y le matan nada más empezar la película. Otra negra coge el testigo hasta que se encuentra con una pareja de estafadores de medio pelo (José Sazatornil y Gracita Morales). Desde ese momento, tenemos una comedia de persecuciones y tiros con cientos de mozas en bí-kí-ní (que diría el gran Saza) en la agonía del franquismo. Huele a relajación moral por los cuatro costados.

Tengo al pequeñín tan habituado a ver estas joyas de películas los domingos por la mañana que ya hasta se acomoda para verlas con una mano por debajo del pañal. Lástima que en esta los censores del caudillo todavía no permitieran la alegría felpudiana de años después. La historia es bastante mala, con un Saza sobreactuado y una Gracita sin cofia que salvan del naufragio al metraje. Se hace bastante pesada, a pesar de ser muy cortita, aunque tiene momentos simpáticos. Sólo me quedo con la tontez de frase "tus besos deben saber a chocolate" de un actor de gran parecido a Martínez el Facha mientras trataba de besar a la exótica actriz. Bueno, y cuando explica que el no se droga.

Resumiendo, película sobre unos estafadores que se ven envueltos en una trama de espionaje internacional. No es demasiado recomendable, dado que es bastante floja y los puntos humorísticos quedan lejanos. Sólo la dupla de actores principales le da un puntito de interés.

Estaría mejor haberla llamado "Operación Bí-kí-ní".

Besitos.