viernes, febrero 04, 2005

Super size me

Como no puede ser que en esta vida sólo vea películas, me he tragado (nunca mejor dicho) este gran documental. Lo de gran porque va de gordos, que tampoco mata como documental. Trata de un señor que decide ver los efectos de la comida basura en su organismo. Para ellos se decide que va a comer en los Mc Donalds (Mc muerte) las tres comidas del día. Y si le ofrecen el tamaño grande, pues mejor. Coge a tres médicos, una nutricionista y un señor que le pesa (debe ser un oficio, pero no lo dijeron) y se pone manos a la obra. La idea es que sólo esté con esta dieta un mes. Y de las mismas, casi la palma.

El documental está bien para remover conciencias de gordos (yo dejé el helado que me estaba comiendo, aunque no cogí una manzana), pero como documental tiene poco rigor (a mi modo de ver). El protagonista está casado con una mujer vegana (vegetariana extricta) que le cocina casi todo. Con lo que está acostumbrado a una dieta rica en frutas y verduras. Y de un día para otro cambia a la grasaza diaria. Así que el golpe para su organismo es muy fuerte. Tiene momentos muy asquerosos, como el primer día que se come un king size o la operación que hacen de reducción de estómago. Me recordó al programa ese de las operaciones que tanto asco me daba en los zapping.

Lo que más me gustó fué lo que acompañaba al experimento. A la vez que el iba machacándose la salud, iba haciendo pequeños estudios. En un colegio mostró rostros famosos de la historia, como el de George Washington para ver si sabían quienes eran. Por supuesto, todos supieron quien era Ronadl Mc Muerte (perdón, Donald), sólo una quien era George Washington y nadie el retrato de Jesucristo (uno se acercó mucho y dijo que era George Bush). Luego nos sacó la dieta de los estudiantes (snacks y cosas así) y como la dieta se ve reflejada en el comportamiento de las personas. También muestra los efectos que tuvo sobre su vida sexual. Esta parte fué la más graciosa, dado que la mujer decía que ya no se le levantaba como antes y que se tenía que poner ella encima, que el otro no podía. Fue muy simpática. Y con unos personajillos más, terminó la historia. Un gordo que se quedó ciego de la cantidad de gaseosa que tomaba. Un abogado que perdió su empleo por bocazas, etc.

Este documental está motivado por una denuncia que pusieron dos chicas a Mc Muerte por que se pusieron gordas como focas. Esto en España sería algo a tratar en el programa de la Campos, o incluso en el de Sardá (o Buenafuente), pero en los EEUU son muchos millones para frivolizarlos. El resultado de la demanda lo dicen al final. Me resulta increible la cara que tiene la gente. ¿Quien no sabe que atiborrarse de comida rápida y poco ejercicio es malo? Todo el mundo, pero allí se hacen los tontos. Creo que la demanda es una estupidez y que tenemos que concienciarnos de que no podemos comer cualquier mierda. Lo que más me alucinó es la hipocresía de la sociedad. Al parecer, la culpa no era de nadie. El sistema educaba a los alumnos en la importancia de una buena dieta (aquí casi se me sale el braguero de la risa) y los padres consideran que ese tema es responsabilidad de la educación del Estado (aquí se me reventó definitivamente). Señores, no sean gilipollas, que la culpa es de todos. Los padres no pueden dejar de lado el tema de la educación y confiar en el Estado. Tiene que ser una labor de todos, que tenemos mucha cara. En fin.

Para terminar, algo que me alteró el metabolismo y los biorritmos. Los tamaños de las bebidas en los EEUU. El tipo que se quedó ciego por la gaseosa (soda) dice que compraban entre él y su mujer 52 litros de este sustancia cada dos semanas. Casi dos litros al día de gaseosa. Algo sabían ya en los centros sismológicos sobre estos temas. Que eruptazos debían de cascarse. La Cocacola de los Mc Muerte tiene un tamaño de litro. ¡1 litro de CacaCola entre pecho y espalda! Pero lo más alucinante es la cantidad de azucar que tiene. Para que lo entendais gráficamente, el hombre este se tomó ¡14 kilos de azucar! en los días que duró su dieta. Para habernos matado. Es que tenía azucar todo, salvo las hamburguesas.

En fin, que el documental no es la hostia, pero mejor que ver la tele, es. Ir al cine a verlo no se yo si merece la pena, pero alquilarlo en el videoclub es una opción buena. E id a los negocios de barrio y dejaron de grandes cadenas, que tienen que comer los pobres comerciantes.

Besitos.

P.D: Lo de los Mc Nuggets de pollo es la caña. Había una leyenda urbana que decía que habían creado unos pollos genéticamente sin huesos para hacerlos. Aquí se desvela que es mentira. Os voy a contar el proceso, que es muy curioso. Cogen a una gallina, la meten en una máquina que la quita los huesos más duros y las plumas largas. La pasan por la trituradora y la mezclan con conservantes. Luego pasan ese puré por un molde con formas, lo medio fríen y lo congelan. Y listo para degustar. Huuuuuum, que rico.

4 comentarios:

Tito Chinchan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Tito Chinchan dijo...

Estimado Juan Luis,

con respecto al post borrado, si se fija, verá que el post ha sido borrado por su autor (que en este caso era yo mismo). ¿Porque ha sido borrado? Porque era de prueba para ver si funcionaba el envío automático de correos electrónicos al poner un post. Una vez visto que funcionaba, he borrado el post para facilitar lecturas.
Hecha la aclaración, debo decir que su comentario no es del todo cierto. Este señor no estuvo un mes a base de hamburguesas. En su dieta comía ensaladas, mcnuggets de pollo, tortitas, etc. Todo lo que se vende en los EEUU en los Mc Muerte. Por lo que la dieta era bastante variada. No adecuada, pero si variada.

¡Muerte a los Mc Muerte! Je, je.

Que vean todos el documental, que está bien y es muy curioso. Dicho queda.

Tito Chinchan dijo...

Por cierto, le pueden dar el Oscar de Oscar Mayer ;-)

Jua, jua, que gracia tengo después de comer. Se me parte la caja a pedazos.

Anónimo dijo...

Estoy aquí con el que te tiras todos los meses, y dice que hablas de comida, pero yo creo que sí que hablas de carne, pero de otra clase.

Besis.