domingo, enero 16, 2005

De perdidos al rio

Como muestra un botón, esto es lo que me pasó ayer en la Fnac. Fuí a devolver el DVD que me compré, dado que no me gustaba nada y fallaba más que una escopeta de feria. Cuando estaba devolviéndolo me acordé de que estaba dentro esta peli. El dependiente sacó el cd y cuando iba a dármela le dije "Deja, deja, que es un truño, si la quieres para tí". Así que se la quedó para espantar a los pájaros en su jardín. Con esto digo bastante.
La peli empieza nefasta. Cuatro amiguetes de la infancia tienen un sueño, encontrar el tesoro de un tio que robó un banco y se estrelló con su avioneta en las montañas. Cuando son mayores, uno de ellos muere y todos van al entierro. De vuelta a sus casas, ven la casa en el árbol de cuando eran niños (extrañamente el árbol no ha crecido nada y no ha roto la casita). Total, que se encuentran que en su cofre de niños, el muerto (antes de estar en ese deplorable estado) había dejado el mapa del tesoro. Así que, con dos cojones, se van a por el tesoro.
Tras muchas peripecias, los valientes de los espectadores que aguanteis, llegan a un campo de Marihuana que cultivan dos gordos (el niño que hacía de Dan Conner el de Rosanne y uno de Loca Academia de Policía que hacía de loco gritón). Tras unas escenas que puede que os despierten, terminan siendo perseguidos por estos. Aquí la peli tiene un poco de gracia, pero no mata. El resto ya vuelve a ser un truño mayúsculo.
Total, que la peli no vale un pimiento morrón, aunque para un domingo resacoso puede que tenga su puntillo. Eso sí, si vais al cine llevaros unas antorchas para quemar la sala a la salida.

Besitos.

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