martes, julio 12, 2005

Rottweiler

Las noches del fin de semana suelen hacerme un ser sin gusto. Igual me da ver una película española de esas en blanco y negro que los anuncios de Antena 3. Me he tragado tremendos publirreportajes, como la plancha de cocinar Goerge Foreman, con un canal lateral por el que cae la grasaza de lo que se cocina (que ascazo, por cierto). O esa licuadora que lo mismo te hace un zumito de pomelo que un gazpacho, y todo esto en dos o tres golpes de muñeca (no de ese estilo, marranos). Bueno, pues con esta película no pude ver más de 20 minutos.

La película trata sobre una carcel en el sur de España, en la que la mayoría de los presos son negros de esos de las películas de cárceles americanas. Lo más cerca de verlos que hemos estado es por las bases militares, pero en un futuro cercano se apiñarán para ser fustigados en esta prisión del futuro. Por avatares de la vida, dos presos deciden fugarse, uno negro y otro blanco. El alcaide de la prisión suelta a su perrito para que les de caza. Al ratito, ya está corriendo suelto (se me olvidó decir que estaban sujetos por esposas los presos) el blanco, con el brazo del negro colgando de las esposas. Más adelante, el preso vivo mata al perro, pero como este es cibernético, le sigue persiguiendo, por lo menos hasta el minuto 20 que quitamos tremenda cagada.

Volvemos al tema del cine español y lo malito que está. Nada más empezar, los patrocinadores. Por un lado el plus (o la primera, no recuerdo), luego los fondos ICO y un ministerio. Y después algunos más. O sea, que para grabar esta puta mierda de película, han gastado fondos públicos. Señores, si no tienen ni puta idea de grabar una película, dejenló. Señores que gestionan los fondos públicos, subvencionen a directores que tengan guión y sepan lo que se hacen, no a inútiles que no saben más que chupar del bote. Dicho queda.

Besitos.

P.D: Ni postdata tengo.

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