viernes, septiembre 28, 2007

Días de cine


Director: David Serrano.
Duración: Más menos lo que todas.
Estreno: 9 de febrero de 2007.

Me acuerdo hace un tiempo que salió una noticia no se donde, que buscaban gente para hacer el cartel de esta película. Como poner un anuncio "Se busca diseñador que sin cobrar un duro haga un cartel de cine" parece que no anima al personal, decidieron darle otro toque. "Concurso de bocetos para el cartel de Días de cine. El premió será hacer el cartel de Días de cine". Aquí el que no corre vuela. Voy a hacer yo un concurso "Concurso de lametones en el pene al Tito. La ganadora podrá hacerle una felación completa" por si cae algo (una hostia de mi niña como lea el blog).

La película trata sobre un director de teatro que quiere dar el salto al cine con un guión político en la transición española. Por otra parte un productor que sabe lo que quiere el espectador (como lo supo Ozores) quiere un musical con una niña prodigio con algún año encima y desnudos innecesarios. Por otra parte, la estrella quiere un papel que le catapulte de nuevo a la fama. Y por otra parte estamos los espectadores algo aturdidos.

El comienzo de la película está bien, con momentos en que te ries y no entiendes como tanta gente la ha tildado de rollo patatero y del cine español en horas bajas. Luego avanza la película, se terminan las gracietas y comienza un drama coñazo a más no poder, con situaciones tristes (como ver a Fernando Tejero hacer como que llora, lo más triste que se puede ver en el cine). La idea de hacer una película sobre el rodaje de una película no es nueva. Pero esta en concreto es supertriste a más no poder. Me explico, hace unos años, el gran Jan sacó una historieta de Super López llamada La Gran Superproducción. Casualmente era el rodaje de una película que se desarrollaba en una mina, que todo era un desastre, que una chica quería despelotarse y que terminaba con todo el cine felicitando al director (Super López) por su gran trabajo. Casualidad, no lo creo (Iker Jiménez dixit).

Resumiendo, buenísima, deliciosa y muy fresquitas las fresas con leche y azúcar que me tomé para ver si me quitaba la amargura de una comedia que se convierte en drama y aniquila al espectador. La comedia de reir, el drama de llorar, no mezclemos.

Este tipo de comedia es que no la aguanto.

Besitos.

P.D: ¿Por qué corren al final de la película? Que cosa más tonta, de verdad.

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