El vuelo del Fenix

Hay películas que con sólo ver el anuncio se a lo que me enfrento. Vi el anuncio de esta y me dice para mis adentro que no podía haber nada bueno detrás de un anuncio tan cutre. Y no tenía del todo razón, debe ser que chocheo ya. En fin.

La película trata de unos trabajadores de una planta petrolera en medio del desierto del Gobi (esto lo supongo yo y me lo ratifica mi Santa atlas en mano). Un día llega un señor y dice que la van a cerrar, que monten todo en el avión y que se despidan del desierto. Cogen la lata de sardinas voladora que ha venido a recogerlos y parten. En medio de una tormenta de arena, el piloto decide que tiene más cojones que el caballo de Espartero y se tira de lleno al meollo de la cuestión. Resultado, hostión contra el duro suelo del desierto gobitense. Y allí se encuentran los trabajadores (con una bella jefa con más cojones que el caballo anteriormente citado), el que ha decidido que la planta se desmantele y el piloto con copiloto que estan encabronados con el resto del mundo. En medio de la desesperación, se les ocurre hacer un avión a partir de los cachos que han quedado del otro. Y todo esto sin agua y con los bereberes (por ejemplo) mordiendoles los cojoncillos.

Lo que parecía una versión desertica de Viven se convierte en una peliculilla de aventuras aconsejable para un día de esos tontos en los que te sientes feliz por ser mujer (un día de regla). No es que sea muy mala la película, pero desde luego no aporta nada de nada al cine mundial. Simplemente se deja ver, pero al no tener una gran trama, ni grandes efectos especiales, ni nada de nada, no la hace demasiado recomendable.

Besitos.