lunes, mayo 16, 2005

Coach Carter

Hay películas que por muy malas que sean, siempre gustan a los hombres, las de deportes. Pero no las de deportes como "Million Dollar Baby" que es una trampa mortal, sino las de deportes deportes. Esas que un antiguo jugador coge un equipo de perdedores y los convierte en hombres ganadores que luchan con iguales armas en la vida y en el juego. No estamos más de acuerdos los machos ni con las películas de Van Damme o Rambo. Y si no se lo creen, hagan una pequeña encuesta, ya verán como el tito chinchán tiene razón.

La película trata de un ex jugador de baloncesto que vuelve al instituto que le vió nacer como deportista y que le hizo un hombre. Allí se encuentra que el equipo en el que él jugaba está sumido en una crisis de juego y actitud, por lo que solicita el puesto. Pero no se queda en el barniz del baloncesto, sino que rasca para sacar las personas que se esconden detras de esos musculosos y adolescentes cuerpos. Tras muchas peleas y batallas, termina consiguiendo esos objetivos que todos ansían. Total, una película como deben de ser, sin grandes sustos que no te dejen dormir.

A mi la película me ha encantado. Frases como "No soy tu profesor, soy tu entrenador" hacen que de mis pezones brote el espíritu de equipo, tan olvidado. El protagonista es Samuel L. Jackson, lo que supone una apuesta segura. Tiene todos los ingredientes para gustar al sexo masculino y horrorizar al sexo femenino. Partidos de baloncesto, peleas, lecciones de la vida, lucha y honor. Aún se me eriza el vello recordando las mejores escenas del film.

Resumiendo, que si te gustan las de deportes con moraleja, no dudes ni una segundo en verla. Si no, huye corriendo, que esta si que es de deportes pura y dura.

Besitos.

P.D: Cuando cierra el gimnasio tuve incluso una erección.
P.D.2: Y cuando concluyó, casi eyaculé.
P.D.3: Que peliculón.

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